Monday, June 17, 2013

La experiencia de nuestro (único) representante en el Panamericano de Natación: el Inefable Rodrigo Alegría

Aquí va su relato: Estimados Inefables, A continuación el relato de lo acontecido en los Panamericanos de Sarasota 2013. Después del Mundial de Riccione al que no pude asistir, me quedé con muchas ganas de participar en una competencia internacional. Por ello, ni bien se conoció la fecha, saqué pasaje y me alisté para ir al PanAm. Poco a poco, los Inefables que tenían alguna pretensión de venir se fueron bajando, y así quedé yo solo alistado para el evento. Creo que la previa estuvo excelente, con buenos entrenos en el Club, el Argentino y el Metropolitano dentro de los dos meses anteriores, y buena compañía de parte de Martín, Nacho, Fran, el Tano, Freeland, Morgan, y ocasionalmente Piero, y el Flaco hasta que se nos enfermó. Entre sus viajes, Juan y Nico también dieron el presente. Ah, y el Tesorero en los desayunos de arriba que podía. Bien, con óptima preparación me dispuse a irme a Miami y luego Sarasota. Habiendo sufrido el "last minute arrival" a Bahía (gracias a la velocidad crucero del Flaco), la idea era volar el martes, llegar el miércoles, hacer el registration, para competir mi primera prueba el jueves. Y así NO fue... Martes a la mañana me llama un cliente para que esté preparado para irme a México a una reunión el jueves. La hago corta: así fue: llegué a Miami el miércoles, dejé a Mariana con su viejo (vive en Ft. Lauderdale) y me monté a otro avión para el DF. Volví el Jueves a las 22hs a Miami, y llegué al hotel de Sarasota a las 3 DE LA MAÑANA! Me perdí la primera carrera de 50m libres. El clima en Sarasota rarísimo, pues ese jueves se vieron demoradas las pruebas por una tormenta tropical que había. Salvo eso, el calor no fue tan agobiante, porque de tanto en tanto llovía. Morgan: la organización no pudo ser mejor. Cuando llegué, me esperaba mi information package, con mi identificación, cronograma de carreras, las compritas (incluyendo, lógicamente, la remera pal' profe), todo muy bien atendido por voluntarios, jóvenes nadadores, y señores y señoras retirados, del lugar, que durante todo el evento estaban para dar una mano. La pileta increíble. Una de esas "plegables", que corrían la línea de partida según la necesidad. Ahora estaba en 50 m, y una pileta de ablande de 20m. aproximadamente. Estaban las líneas de +65, y no recibí ni un rasguño, ni un codazo, ni patadas. El vestuario, palabra aparte. 10 duchas más o menos, con la ducha propiamente, y una "ante-ducha" donde dejabas tu bolso y te podías cambiar. En todo momento, había jabón líquido y shampoo anticloro. Salvo por una demora por lluvia, las pruebas empezaban a la hora señalada, y eran un relojito. Unas 5 series antes te llamaban al área de preparación, y muy ordenadamente te llevaban a la partida. Todo el tiempo que estuvimos allí, flameó alta la insignia del Club. Muchos participantes argentinos. Conocido sólo el de la foto, Leo, el novio de Freeland. Vamos a las carreras... 100 libre. Tomando en cuenta que había dormido 4 horas, el balance es positivo. Con la idea de optimizar mi nadada, me clavé la zunga Jacked de Diego. Tardé solo media hora en hacerlo. Después me di cuenta que es talle 28, y yo "calzo" 34... pero no fue el único wardrobe malfunction de la jornada... Listo y concentrado, me fui a poner mi doble gorra. Abajo la negra de Speedo, y arriba obviamente la Inefable. Cuando estaba bien concentrado en la ready area me voy a poner la gorra dura de Speedo y crac me tiró mal las cervicales. Fue como una tortícolis instantánea. Y a minutos de partir... Me quería matar, pero el viaje de último minuto y los nervios consiguientes, me pasaron factura. La carrera en sí ya la vieron (los que no, en el link https://picasaweb.google.com/115134708277932423792/SarasotaPanamericanos2013?authuser=0&authkey=Gv1sRgCI2hqd7nzOT7VQ&feat=directlink encontrarán fotos y videos de 2 carreras). 1'11''. Nada mal para mí. No me sobró nada. No conocía la pileta, y por ejemplo, en la vuelta me llamó la atención ver que la pileta seguía por abajo. Así terminó el día. 50 mariposa. Mi prueba piloto. Estaba muy entusiasmado para correrla, y había dormido un número adecuado de horas. El dolor de cuello me preocupaba, pues me dolía. Por ello, me clavé un Bronax, pepa mágica, y eventualmente el dolor cedió significativamente. Pensaba "colateralmente" en los 200 que seguían, pero estaba a full para dar nuevamente todo. Por eso, volví a hacer contorsionismo y me clavé la Jacked. Carril 1. Al lado, un gordito de V+Actitud que mamita... Lo habrán visto. Cuando le pregunto cuál era su tiempo me dice: "con solo llegar me basta". Más para mí. Me lo comía crudo. Llegó el pistolazo de largada. Yo siempre me cuido de que no me descalifiquen, y por eso puedo dejo centésimas en la partida. Pero en este caso, el maestro cual libélula partió, y cuando entré al agua, ya me había sacado un cuerpo. Le metí bastante delfín, y después a tirar con toda. Según el Flaco, una brazada mía eran casi dos del Gordo, y por eso terminé en 37''. El letrero dijo 39'', lo que en el momento me bajoneó bastante, pero al fin del día me enteré que fueron menos. Creo que eso me ayudó en los 200. 200 libre. Última prueba, y desayuno de por medio. Tenía que meter 2'50''. Ya en el triatlón del año pasado (cuando no había mano negra) había metido dos cuarenta y algo en la pile del Club. Sabía que podía. Nuevamente Line 1. En este caso, invertí en una TYR de mi talle, y la recluté a Marian para que me haga de entrenadora (por eso no filmó la carrera). Mi meta era meter 40'' por cada 50 metros. Perfecta coordinación de pareja/trainer (Diego, fuiste!!!!), pues si bien me tiró una mentirilla que debía apurarme en los terceros 50, me sirvió para dar todo lo que tenía y más. Terminé justo, pidiendo la campana, pero al ver el 2'47'' en el leaderboard respiré tranquilo. "Tomá!!!!" fue lo que me salió, en un grito ensordecedor. Mariana, a mi lado, Feliz. Comenzaban las vacaciones...

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